Lectura que cura

Mayrautora
7 jun 2023
2 Min. de lectura

Fundación “Leer contigo”

Un hospital no es un entorno fácil: hay mucho dolor, frustración, desesperación y angustia, y se requiere de una voluntad indomable y una paciencia infinita para atravesar por una estadía dentro de él. Paralelamente, hay muy altas probabilidades de encontrar amistades que se extienden a largo plazo, no solo con el paciente de la cama de al lado, sino entre las familias de ellos: nadie como las mamás, papás, hermanos, abuelos, etc. para entender perfecto de lo que se trata, para reflejarte en sus miradas de súplica al ver como se llevan a su paciente al quirófano, y de agradecimiento a su Ser Superior y a los médicos cuando les dicen que el peligro ha pasado.

Alejandra Pérez Roldán, ha creado un oasis en medio de esta hostil obscuridad: es presidenta y fundadora de “LEER CONTIGO”, una asociación que lleva cientos de libros a niños, niñas y adolescentes en hospitales de la Ciudad de México, brindándoles una poderosa inyección de alegría y esperanza cuando su vida parece estar en una desgastante y solitaria pausa, acercándoles la posibilidad de dejar de ser un número de paciente y volver a recuperar su niñez y su identidad.

El objetivo es mejorar el bienestar emocional de los niños, niñas y adolescentes, así como el de sus familiares que los acompañan tanto en el área de consulta externa como en hospitalización, mediante la instalación de salas donde leen libros y que propician la conversación y la práctica de actividades lúdicas que refuerzan el contenido de los textos leídos. Cabe destacar que hay muchas maneras de colaborar, por supuesto a través de donaciones, además del sistema de voluntariado, abierto tanto de forma presencial como en modalidad virtual.

La lectura es la llave que por excelencia abre todas las puertas del conocimiento, ayuda a entender y procesar mejor tu realidad, favorece tu pensamiento crítico, incrementa tu acervo de cultura general y mejora las habilidades de expresión, síntesis, redacción y ortografía, además por supuesto, de ser una fuga sana y poderosa a otros mundos, otras fantasías, otras formas de pensar y de sentir… qué mejor momento de recibir todos estos beneficios que cuando te encuentras peleando contra la enfermedad, luchando por una mejor calidad de vida, esperando por una cirugía, cuando te sientes presa de la impotencia de mirar al ser que más quieres como a pesar de su dolor, no se da por vencido y enfrenta el reto con una enorme sonrisa.

Estas familias son dignas de total admiración y respeto, y en mi caso, hacen que valore todavía más el ser madre de una hija sana. Una gran manera de agradecer con humildad por ello, es integrarme al voluntariado de esta asociación: siempre hay formas de ayudar para quien tiene el compromiso de hacerlo, así que no dejen de visitar sus redes y ponerse en contacto: este es un inspirador y poderoso camino para hacer una diferencia en un entorno ante el que tristemente, la mayoría pasa de largo y elige ignorarlo mientras mira hacia otro lado. Este es un gran momento de dejar de hablar y comenzar a actuar…

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