No duermo y… ¿engordo?
- Mayrautora
- 21 sept 2024
- 3 Min. de lectura
La falta de sueño nos provoca comer de más
Etiquetar el ocio y el descanso cómo “pérdidas de tiempo” es frecuente pero incorrecto. Ambos, en su justa medida, son necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro cerebro. Pusiera parecer que “no estamos haciendo nada” cuando descansamos, pero el que no se note a simple vista lo que realmente nuestro cuerpo está ejecutando, no significa que estemos en la flojera total. Es justo en nuestras horas de sueño cuando nuestro cerebro ejecuta una de las funciones más importantes: el descanso y la regeneración celular.
Entre las hormonas que se ven afectadas por dormir menos de lo que deberíamos son la grelina y la leptina, responsables de regular el hambre y la saciedad… y seguro ya adivinaste que es justo ahí donde está el meollo del asunto: no duermes bien, estas hormonas se alteran y amaneces con antojo de comerte 4 tortas de tamal y 7 donas de chocolate. Una vez puede estar bien, pero el punto es que dormir menos de lo necesario se va convirtiendo en un mal hábito que deriva en un círculo vicioso de no descansar bien, comer de más y comenzar a subir de peso sistemáticamente, lo que provoca que nuestro metabolismo sea más lento, la glucosa se eleve y la obesidad y diabetes hagan su terrible aparición porque desarrollamos mayor resistencia a la insulina, que es la encargada de procesar el azúcar.
Bueno, entonces ¿qué hacemos?… lo primero es entender que tu descanso es SAGRADO. Los cerros de ropa sucia y los 48 reportes pendientes para la oficina te van a estar esperando mañana cuando despiertes, pero tus horas de descanso no. Esas se van y no vuelven. De ahí la importancia vital de entender que las rutinas se van construyendo día con día, no son resultado de apagar y prender un switch, y los hábitos de sueño no son la excepción. Como despiertes mañana dependerá de cómo duermas hoy. Un buen colchón, suficientes horas de sueño de acuerdo a tu edad y sacar todas las pantallas de tu recámara son elementos importantes a considerar si tu objetivo es una buena calidad de sueño.
Al despertar haz ejercicio y exponte a la luz del sol. No del foco, no de la pantalla del celular sino DEL SOL. La luz natural ayuda a activar nuestro metabolismo y a procesar mejor al vitamina D que después se transforma en melatonina, la cual es responsable de que podamos conciliar el sueño.
Fija una hora y una rutina para dormir y hazle saber a tu cerebro que el momento del descanso ha llegado: apaga todo, ponte tu pijama favorita, toma un baño relajante, tomate un té… en fin, elije aquello que te guste, te relaje y te haga sentir que estas lista(o) para descansar.
Un sueño de calidad es trascendental en muchos procesos cerebrales importantes como el auto control, la toma de decisiones, la capacidad de poner atención y la concentración. Y por supuesto, tampoco se trata de irte a la cama a las 7 de la noche todos dos días, pero cuando la fiesta se ponga intensa, al otro día no te abalances sobre el plato de hot cakes atascados de miel… busca opciones saludables para esas ocasiones en que sea imprescindible dormirse muy tarde.
Y que las desveladas sean de vez en cuando y no de vez en diario !!!…

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